No está mal del todo, pero es algo ke se puede suprimir del viaje sin demasiados remordimientos.
Después de la visita, nos separamos para ir de compras, yo me fui a Asakusa, el barrio de recuerdos tradicionales, aunke no compré nada, me apunte varias cosas ke podrían estar bien.
Después vuelta al hotel. Como teníamos una terraza guapísima en la azotea del edificio, con hierba artificial y mesa y todo, decidimos comprar una bandeja de comida precocinada del seven eleven (si, como en los dibujos) a ver ke tal estaba, y para después, compramos unas cuantas cervezas.
La bandeja de comida tenía carne picada, arroz, espaguetis, cerdo en salsa, maiz...).
Lo de la cerveza ya fue caso aparte. Como no sabíamos ke cogíamos fue un poco a ver la suerte ke nos deparaba. Yo cogí una cerveza ke ponía ke tenia limón, asike pensé "como una shandy, bien bien", pues no, bien no, era ariel, sabía a detergente ke lo flipas. La otra lata ke compré era con sabor a melocotón, y cada trago casi casi tenias ke msticarlo de lo empalagosa ke era la cerveza. Otro compró una cerveza ke tenía pinta de ser mas normal, pero ke sabía a aceitunas.
Mientras tomabamos las cervezas y jugabamos unas cartas, hemos puesto una lavadora con toda la ropa sucia, ke ya poca ropa limpia kedaba.
Una vez "terminadas" las cervezas, a la cama.
