Dia 3: Sibiu

Nos levantamos, ducha, desayuno y a dar una vuelta por la ciudad. Segun nos dirigimos a la plaza principal vemos el edificio del museo Brukhental, asike entramos a ver. Ke museo mas guapo!! me podia haber tirado alli todo el dia viendo cosas, la seccion de armas y armaduras me ha parecido la ostia, despues al lapidarium, y tras un rato largo de ver cosas salimos de nuevo a la calle. La mañana ha empezado muy bien.

Vamos a una catedral ortodoxa ke esta al lado y alucinamos. Es muy nueva, pero eso no kita el curro ke ha llevado y lo bonita ke es. Entramos y tenemos suerte, van a hacer una ceremonia (sacrificaran gente?). Se ponen a cantar los salmos mientras yo grabo de escakis y antes de ke nos sacrifiken a nosotros, nos vamos a seguir viendo cosas de la ciudad. Compramos algunas cosas y vamos a dejarlas al hostal.

Como ya empieza a haber hambre vamos a buscar un sitio donde comer, y encontramos el "Crama Sibiul Vechi". Comida rikisima, excelente servicio y un sitio muy chulo. Se han ganao la propina.

Hemos pedido: ciorba de Perisoare, ciorba de vacuta, afumaturi ardelenesti, sarmale cu mamaliga, cartofi pragiti y clatite cu ciocolata x2, todo esto por 75 leis (unos 20 euros).

Para bajar la comida decidimos ir dando un paseo hasta la estacion de tren para mirar el horario para mañana ir a Sighisoara, pero como estamos empanaos y nos enteremos de mucho nos vamos a ver mas cosas. Por el camino vemos unos cuervos del tamaño de avestruces. Miramos en el libro donde se encuentra la oficina de turismo para informarnos de si hay algo mas importante ke ver, y nos dirigimos a ella (ke esta en a tomar por culo). Tras una buena caminata, nos enteramos ke ha cambiado de sitio asike nos tenemos ke volver, ke de puta madre...

Volvemos a la plaza principal (ke tiene webcams 24 horas) y nos vamos al palacio Brukhental. Vaya chasco de sitio, andamos N kilometros por dentro del edificio, subiendo plantas, dando la vuelta al edificio continuamente y solo para ver cuadros, alguna moneda y poco mas. No me ha gustado nada.

Un par de vueltas y decidimos ir a cenar al mismo restaurante del medio dia. Cuando entro me viene el camarero y me dice "la misma mesa de antes?" me kedo flipao y le dijo "si" y segun nos estamos acercando a la mesa otro camarero se dirige al monton de cartas del menu y antes de ke nos sentemos ya tenemos la carta en nuestro sitio para elegir. Este tipo de cosas no pasa aki ni de palo. Y yo no me puedo ir sin una foto del camarero con su ropa tradicional.

Para cenar: cascabal pane, samon cu salsa, cordon bleu, papanasi, todo 62 leis (17 euros).

Despues de la cena volvemos a la estacion de trenes a ver si nos aclaramos con los horarios, y como vemos ke no, preguntamos a las takilleras, ke tras marearnos de una ventana a otra, llegamos a la buena ke nos dice los horarios y demas, y ke posteriormente nos manda a otra ventana para sacar los billetes, en fin, ke conseguimos los billetes por 15 leis cada 1 (unos 4 euros para 100 km y el taxista del aeropuerto nos keria cobrar 120 euros...).

Como ya estamos cansados de andar todo el santo dia, el cuerpo pedia cama, asike nos fuimos al hotel a dormir.